Un buen día

Hoy empecé bien mi día. Me levanté feliz. Bueno, no tanto. No creo que ninguna persona sin patologías psicológicas se despierte feliz cuando le suena su fucking despertador a las 05.30. Pero en comparación a otros días, se puede llegar a decir que me levanté feliz. Además admitamos y destaquemos que yo ya no soy una persona-sin-patologías-psicológicas.
El tema es que sorpresivamente, mi día siguió su curso feliz. Al entrar la profesora de psicología, saluda e inmediatamente advierte que corrigió los parciales que nos tomó el lunes. Mi cabeza en ese momento me dijo Listo, empecé bien el día pero mas de dos horas no podía durar la felicidad, (Traduciendo al lenguaje academico ese pensamiento: ¿Justo en el parcial que me va mal tardas solo dos días en corregir hija de una gran puta?). La proferosa nombra mi apellido, voy a buscar el parcial...

SUSPENSO...

Me dice Muy buen parcial, Bronzini.
Miro la nota. Un 7. No la podía creer. Mi felicidad (o no sé si felicidad, pero lo mas parecido a ella) insospechablemente, se había extendido un rato mas. En este momento son las 10.15 y estoy a la defensiva, esperando el momento en el que por algún motivo, se desvanezca. Pero por ahora, pienso disfrutar de esta plenitud personal.
Me quedan 5 horas para irme del laburo. Tengo muchisimas ganas de ver a mis amigos. ¿Qúe sería de la vida sin los amigos no? Y sigo de pie. Mi vida actualmente es un vaivén de sensaciones; y aunque yo no recuerdo haber firmado un contrato en donde aceptaba nacer, vivir y morir con todo lo que eso significa, aunque yo no recuerdo que alguien me haya preguntando en su momento si queria nacer, y aunque dudo que haya pasado eso en algún momento, sino que me mandaron a este planeta materia sin mi consentimiento, jactándose de que yo no me iba a quejar, sigo de pie y voy a seguir de pie, poniendole el pecho a las balas. (A las balas, no a los balas.)
Sin mucho mas que decir, me retiro con una frase de un famoso pensador, filósofo, quien actualmente es muy criticado, pero que en un futuro va a ser valorado como se debe, como pasó con grandes artistas como Picasso o Van Gogh.

Cuando las cosas salen como no las espero, la vida me hace más guerrero...

Desde ya muchas gracias por su atención y disculpe las molestias.