jueves, 10 de abril de 2008

Gajes del oficio

Hoy me comí unos de los mejores sanguches de mi vida. Recien recien. Fui a buscar algo para el laburo y pase por el almacen que no importa que dia me mostro mi tia. En este almacen te hacen unos sanguches q vos elegis q ponerle. Y te lo hacen ahi enfrente tuyo. El mio constaba de tres fetas de salame, dos de queso y era de pan frances. Camine por Florida y vi a un tipo tocando el violin. Me quede escuchando a ese mostro hasta que desafortunadamente se me termino el sanguche.
Las cosas que me hizo sentir ese tipo con su violin son inexpresables y menos de forma escrita. Parecia q todo era una escena de no se que obra de teatro o pelicula, da igual; pero que todo tenia un sentido y una funcion. Si no estaba comiendo ese glorioso sanguche, no era lo mismo. Si el tipo tocando el violin no estaba, definitivamente iba a ser muy distinto. Si la gente que pasaba no hubiese estado, o si hubiese sido otra gente, tambien hubiese cambiado todo. Por eso, es inexplicable, pero en esa vaga escena todo tenia un sentido, un porqué y una funcion.
Llegue a la conclusion, triste conclusion, que envidio a todas las parejas que van tomadas de la mano por la calle. Tan felices. No se si lo q me da bronca es que yo no pueda estar asi, o que cuando estuve asi, y tuve esa posibilidad, no me di cuenta y la deje pasar. Ahora me toca mirarlo desde afuera. JO-DE-TE

Bueno no se, pero ese violin me hizo recordar tiempos pasados. Me hizo anhelar, extrañar, me puso melancolico. Para colmo donde trabajo yo (plena zona centrica, y alrededores, como Puerto Madero, Recoleta, Retiro, etc) está lleno de gente, y por lo tanto, lleno de parejas felices. Me dan ganas de separar sus manos y decirles Señores, basta! Me dan envidia, separanse, tengan respeto por mi, compasion. Pero no, no debo, no puedo, no quiero. Tambien por donde trabajo yo esta llenos de esas "rejillas" en las veredas, que no se para que mas sirven que de hogar para cucarachas. Creo que tienen algo que ver con los subtes. Pero la cosa es que yo les tengo fobia a esas cosas, y tengo q ir esquivandolas, chocandome con gente, pidiendo perdon, bajarme a la calle, aumentar exponencialmente las posibilidades de que me atropeye un colectivo, etc etc etc. Pero no puedo caminar encima de ellas. NO PUEDO. ¿Seré yo el unico loco que le tiene miedo a esas cosas? No se. Pero no es miedo, es fobia. Es cagazo. Y es mas fuerte que yo.
En fin. ¿Nadie tiene una Ser citrus para bajar el sangunche? Mmmmmm

Bueno, la proxima entrada seguramente hablara sobre la guerra que produce en mi interior una mujer que veo todos los dias en Retiro. Pero no se. Who Knows?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no me sorprende tu buena expresion escrita.. me sorprendenlos temas que abordas y como los abordas... el tema es que me parece que te voy a copiar lo del blog... mi problema es la inconstancia... a los 3 dias me olvidaria la contraseña o no entraria nunca mas...

te mando un beso

Anonimo... jejeje el autor de todas las amenzas telefonicas o de las notas de ultimatum..;)

Don electrón dijo...

no tengo la menor idea de quien sos, anonimo! Pero te agradezco tus palabras y si te sirve este medio para exrpesarte, bienvenido sea... a ponerse las pilas y a anotarse la contraseña en un papelito y de ultima lo pegas en el monitor.

cronopio dijo...

El flaco del violín es un capo, yo lo vi un par de veces. Me tenés que decir dónde es eso de los sanguches, aunque ya no vaya más para esos pagos. Es una cosa increíble esto del blog, pero hay que saber manejarlo.

Larga vida a Don Electrón y que dure más de lo que supo durar gatoconpipa. Aunque te rompa las pelotas voy a entrar seguido a leer tus comentarios que por ahora pintan interesantes. Nos vemos un día de estos. Saludos electrón.